La función del sistema sensorial es proteger al cuerpo y conservar la homeostasis; realiza esa función al detectar, localizar e identificar elementos nocivos para los tejidos.
El dolor se define como una sensación desagradable que se localiza en algún sitio del cuerpo. También se describe como un proceso penetrante o destructivo para los tejidos (ej. quemante, constrictivo, desgarrante u opresivo) o como una reacción emocional o corporal (ej. terrorífico, asqueante).
1. Todo dolor moderado o intenso conlleva ansiedad y el deseo de eludir o de suprimir esa sensación. Los dolores agudos se caracterizan por producir un estado de excitación y de estrés que conlleva una mayor presión arterial, de la frecuencia cardiaca, del diámetro pupilar (midriasis) y de las concentraciones de cortisol en plasma.
2. En los nervios periféricos se encuentran los axones de tres clases distintas de neuronas: las neuronas sensoriales aferentes, las neuronas motoras y las neuronas simpáticas ganglionares. Los cuerpos celulares de las neuronas primarias aferentes están situados en los ganglios de las raíces dorsales, a nivel de los agujeros vertebrales. El tronco del axón aferente primario, al bifurcarse, envía una prolongación que penetra en la medula espinal y otra que inerva los tejidos periféricos.
Los neuronas aferentes primarias se clasifican en: A-beta, son las fibras mas gruesas, producen respuestas máximas frente a los roces ligeros (tacto superficial) o ante los estímulos del movimiento; estas fibras se encuentran principalmente en los nervios que se distribuyen por la piel. También están las otras dos clases de fibras aferentes primarias: las fibras A-delta mielinicas y finas con una velocidad de
-->transmisión de 6-30 m/s y las fibras amielinicas (fibras C) con velocidad de
-->transmisión de 0.5-2 m/s.
Estas fibras se encuentran en los nervios de la piel y en las estructuras somáticas y viscerales profundas. Se les llama nociceptores aferentes primarios (receptores del dolor).
3. La capacidad para detectar los estímulos dolorosos desaparece por completo al bloquear los axones A-delta y C.
4. Al aplicar estímulos intensos, repetidos, o prolongados a un tejido lesionado o inflamado se observa que el umbral de excitación de los nociceptores aferentes primarios sufre un descenso y que la frecuencia de descarga aumenta cualquiera que sea la intensidad del estimulo. Este proceso se llama sensibilización, esta favorecido por los mediadores de la inflamación, como la bradicinina, algunas prostaglandinas y los leucotrienos. En los tejidos sensibilizados, los estímulos normalmente innocuos pueden producir dolor.
5. Los axones de los nociceptores aferentes primarios penetran a través de las raíces dorsales en la medula espinal y terminan en las astas posteriores de la sustancia gris medular. Las terminales de los axones aferentes primarios contactan con neuronas medulares que transmiten las señales dolorosas a las regiones del encéfalo encargadas de la percepción del dolor.
El axón de cada neurona aferente primaria se pone en contacto con muchas neuronas medulares, y en cada neurona medular confluyen los impulsos procedentes de muchas fibras aferentes primarias. Muchos impulsos sensoriales confluyen en una sola neurona medular transmisora del dolor, esto permite explicar el fenómeno del dolor irradiado. Las distintas formas en que se produce esta convergencia de impulsos depende del segmento medular en el que se encuentre el ganglio de la raíz dorsal que recibe la inervación aferente de una estructura.
Ej. las fibras aferentes que transmiten los impulsos sensoriales de la porción central del diafragma proceden de los ganglios de las raíces cervicales posteriores tercera y cuarta. Las fibras aferentes primarias cuyos cuerpos neuronales se encuentran en esos mismos ganglios inervan la piel del hombro y de la parte inferior del cuello.
6. La mayor parte de las neuronas medulares que reciben los impulsos procedentes de los nociceptores aferentes primarios envían sus axones al tálamo contralateral. Estos axones forman el haz espinotalamico contralateral que ocupa la sustancia blanca anterolateral de la medula espinal, el borde externo del bulbo raquídeo, porción lateral de la protuberancia y el mesencéfalo.
El haz espinotalamico es esencial para conducir las sensaciones dolorosas del ser humano; su interrupción provoca un déficit permanente de la discriminación del dolor y la temperatura. Los cuatro contactos neuronales que realizan las sensaciones de dolor, comienzan con, el ganglio de la raíz dorsal, el haz de lissauer, haz espinotalamico, y por ultimo con la divergencia en el trayecto de las señales del dolor, a zonas de la corteza cerebral.
Una de las proyecciones talamicas se localiza en corteza somatosensorial, proyección que media los componentes totalmente sensoriales del dolor, es decir, su sitio, intensidad y características. Otras proyecciones son enviadas a regiones corticales vinculadas con respuestas emocionales, como seria la circunvolución del singulo y otras zonas de los lóbulos frontales.
7. Los analgésicos constituyen la primera línea de la terapéutica del dolor. La aspirina, el paracetamol y los antiinflamatorios no esteroideos (AINES) tienen el mismo mecanismo de acción. Todos inhiben la ciclooxigenasa (COX) y, salvo el paracetamol (acetaminofen) todos son antiinflamatorios si se administran en dosis altas. Son eficaces para aliviar las cefalalgias (dolores de cabeza) leves o moderadas y los dolores de origen musculoesqueletico. Cuando la aspirina y los AINES son consumidos por largo tiempo, su efecto secundario mas frecuente es la irritación gástrica, y esto obliga a reducir las dosis.
Tratamiento Farmacológico:
A. AINES (antiinflamatorios no esteroideos)
a. Analgésicos
b. Antipiréticos
c. Antiinflamatorios
B. Analgésicos opiodes
a. Morfina
b. Codeína
c. Tramadol
d. Meperidina
e. Fentanilo
C. Antidepresivos
a. Imipramina
b. Amitriptilina
D. Anticonvulsivos y antirritmicos
a. Difenilhidantoina
b. Carbamazepina
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