En las mujeres se incrementa el riesgo de sufrir sobre peso de acuerdo al estado civil según dos estudios recientes.
El estudio realizado en los Estados Unidos (National Longitudinal Study of Adolescent Health) siguió de cerca el estado civil-soltero, saliendo con alguien, viviendo con alguien y casado- de cerca de 7,000 adultos. Luego de observarlos durante un tiempo, los investigadores encontraron algo que: el vivir con un hombre sin casarse, incrementó en un 63% el riesgo de sufrir de obesidad. El estar casada, aumentó al doble el riesgo de estar gordas en un 127%. Los hombres no se salvan de aumentar de peso, pero sus porcentajes fueron menores.
En Australia, también se hizo un estudio sobre el impacto de las relaciones sentimentales en el peso de las mujeres. Este estudio analizó el cambio de peso de varias mujeres en un período de 10 años en relación a su estado civil o sus relaciones sentimentales. Estos fueron los resultados:
- Las mujeres con esposos o compañeros y un bebé, aumentaron 20 libras.
- Las mujeres con esposos o compañeros, aumentaron un promedio de 15 libras.
- Las mujeres solteras sólo ganaron 11 libras de más.
Pero porque afectan el peso las relaciones? Cuando decides vivir con alguien o casarte tu estilo de vida se modifica, de tal manera que ganas libras por no realizar las mismas actividades físicas que usualmente hacías de soltera.
Tal vez decides no ir al gimnasio en la noche porque tienes una cita, tal vez el único momento que tienes para compartir con tu pareja es durante la cena y entonces tiendes a romper ciertas reglas y a comer de más. Tal vez prefieres quedarte en casa “no haciendo nada” juntos, que salir a dar tu paseo en bicicleta. Tal vez él come mucho y es difícil escaparte a las tentaciones. Puede que muchas mujeres piensen que porque ya tienen un novio o marido, no deben estar tan preocupadas por su apariencia.
Sin embargo, no debe ser así. El tener un compañero sentimental no quiere decir que debes descuidar tus hábitos saludables. Además, el estar en una relación puede ser una oportunidad para volverte más activa. ¿Qué tal si los dos van juntos a hacer ejercicio? ¿Qué tal si comparten los platos en lugar de pedir uno entero cada uno cuando salen a cenar? ¿No te gustaría cocinar platos sanos y compartirlos con él? Pon a tu imaginación a trabajar. Trata de verte linda y sana, quítale el “peso” a las relaciones.
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